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Aspectos Jurídicos Mínimos de Negocios Digitales.

Actualizado: 11 mar 2021

Los negocios digitales se enfrentan a riesgos similares a los siguientes:

  • El ingreso innecesario a procesos judiciales por la violación al derecho de habeas data.

  • La puesta en riesgo de la propiedad intelectual propia o de terceros.

  • Riesgo de deslegitimación del control y propiedad que el desarrollador tiene sobre herramientas digitales.

  • Mayor libertad para usuarios en herramientas digitales que puede ocasionar un uso ilegal para todo tipo de actividades antijuridicas, lo que puede llevar al desarrollador a ser sujeto de investigación o imputable por dicho uso.

  • Mayor dificultad para probar y por tanto denunciar ciber delitos, por no exponer la naturaleza limitada de la herramienta.

  • Violación a los reglamentos que atañen al consumidor digital, lo que acarrearía diversidad de multas.

Entre otros...


Algunos documentos legales que toda app móvil o negocio digital DEBE tener

  • Política de privacidad y protección de datos personales.

  • Términos y condiciones del servicio.

  • Política de uso de cookies para sitios web (toda app debería tener sitio web).

  • Contratos y acuerdos particulares dependiendo de los servicios de la app, el modelo de negocio y el grupo de interés.

Entre otros...

 


En la actualidad todas las empresas de tecnologías de la información que administran aplicativos que tengan relevancia en el mercado internacional, como Apple, Facebook, Google, se han visto en la obligación de regular la forma en la que sus plataformas operan de cara a sus usuarios. A esa misma realidad se han visto sujetas multiplicidad de empresas Colombianas de la misma naturaleza como Rappi, debido a la necesidad no solo de los particulares de auto regularse, sino a las exigencias claves del derecho en general.

















Si bien hoy en día tenemos varios avances en materia normativa, no podemos negar que los avances tecnológicos son más veloces que el sistema legislativo, que, a todas luces, resulta extremadamente burocrático y por tanto un elemento engorroso de cara a las necesidades de la siempre cambiante sociedad de la información, sin embargo, varios organismos a nivel gubernamental, de control y regulatorio, han sembrado limites reales que se pueden considerar de pleno derecho en sistemas de información.


Si bien la forma un tanto temeraria y valerosa en la que aquellas empresas y los tech startups desarrollan sus actividades, que resultan de vital para el desarrollo de la sociedad en general, debemos aceptar que los servicios prestados a través de las plataformas tecnológicas que administran requieren de regulación particular, por lo cual, obedeciendo no solo a los avances normativos sino a la debida diligencia y cuidado, debemos constituir documentos en aras de regular la prestación de los servicios a través de la internet y las aplicaciones.


Es entonces fundamental que las empresas digitales constituyan esta base regulatoria entre ellos y sus clientes, donde ambos son sujetos de derechos y obligaciones. El documento en cuestión tiene la naturaleza jurídica de un contrato de adhesión, hablamos por su puesto de los términos y condiciones de una aplicación, software o sitio web, garantizando derechos esenciales y reglas especiales que aplican a los usuarios y el sujeto que pone a disposición la herramienta.



La ausencia de términos y condiciones puede llevar a que acciones realizadas por los usuarios o el desarrollador/administrador de la aplicación, sean percibida como injustas o abusivas, por lo cual, tiene en la mayoría de los casos la potestad absoluta de cesar la prestación de sus servicios. Pero existen normativas que, de cierta forma, así como en ciertos casos, puede traer consigo consecuencias por no informar debidamente al consumidor digital, lo anterior, sin mencionar el manejo de los datos personales de los usuarios.


Es por lo anterior, que sentar las bases y las reglas resultan de vital importancia, un claro ejemplo de aquello son las “Big Tech”, quienes en su mayoría no solo tienen una sólida infraestructura jurídica y regulatoria interna para ellos y sus usuarios, sino que también se encuentran en constante evolución en cuanto a lo que estipulan y brindan a través de estos documentos.


En ese orden, establecer los limites de comunicación en un foro o aplicación cuyo objeto es la comunicación, sienta las bases para que el individuo encargado de administrar lo que allí suceda pueda tomar medidas para hacer cesar conductas que incumplan dichos acuerdos, así como otras conductas antijuridicas que se puedan vislumbrar.


Adicionalmente, los términos y condiciones y las políticas de privacidad sirven como un mecanismo para que los desarrolladores y empresarios limiten el alcance de la responsabilidad, tanto la suya, como la de los usuarios de cara a el uso de la aplicación, de este modo, llamando como responsable por las acciones dentro del ambiente web, a los individuos según corresponda por imperio de la Ley o la voluntad particular.


En conclusión, podemos decir que, la constitución de un reglamento claro y preciso que estructure las bases y reglas de uso y la forma en la que se protegen los datos personales, es indispensable para que el triunfo de las empresas, no se vea cuartado por la inobservancia de la Ley y la exposición a ser responsable de forma ilimitada, por lo que sucede o no dentro de su herramienta y los efectos de aquella de cara a la sociedad.



Juan Carlos Maya Lafaurie

Abogado - Magister en Derecho Informático y Nuevas Tecnologías

Universidad Externado de Colombia en convenio con la Universidad Complutense de Madrid.

Contacto – JCMayaLG@gmail.com




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